Los Signos Interceptados en la Carta Natal
Un poder oculto en la carta astrológica
A menos que usemos el sistema de casas iguales, la posición geográfica de nuestro lugar de nacimiento es un factor decisivo para la estructura de la carta natal.
Esto ocurre por la inclinación de la Tierra sobre el plano de su órbita. Debido a esta inclinación, una casa astrológica puede ir más allá de los treinta grados de longitud zodiacal. Como consecuencia, surge una polaridad zodiacal (por ejemplo, Aries-Libra) que queda interceptada, mientras que, al mismo tiempo, otra polaridad (por ejemplo, Géminis-Sagitario) presenta dos cúspides sucesivas.
Las casas astrológicas representan zonas de nuestra realidad humana. El signo que se encuentra en la cúspide1 de una casa, describe cómo nos comportamos con ese aspecto de la realidad.
Por ejemplo, si tenemos a Acuario en la Casa 7, la casa de las relaciones, nos relacionamos con los demás de una manera acuariana. O sea, somos amigables e impersonales.
Como he mencionado, es posible que un signo zodiacal aparezca en dos cúspides consecutivas. En este caso, nos manejamos de la misma manera en ambos ámbitos de la vida.
Pero… qué ocurre con los signos que se hallan interceptados?
Los signos interceptados parecieran estar desactivados de nuestra conciencia. Contrariamente a algunas interpretaciones populares, yo no considero que debamos ”despertarlos” o hacer algún esfuerzo consciente para utilizar las cualidades de esos signos.
Para mi, la carta natal es perfecta tal como es y existe una razón “cósmicamente inteligente” que necesita la intercepción de esos signos. Además, creo que para interpretar esta configuración, deberíamos incluir al otro eje -los signos que caen en dos casas sucesivas, porque a nivel energético, crean un balance dentro de la totalidad de la carta natal.