Los Tránsitos de Urano, Neptuno y Plutón
Una exploración sobre las energías de los tránsitos planetarios de los planetas transpersonales de la mano de Carl Sagan (Uy! Si él me escuchara....)
Antes que nada, pido disculpas a Carl Sagan por hablar de los planetas transpersonales utilizando su ejemplo , ya que Sagan no era muy amigo de la astrología. Sin embargo, soy su fan y él hizo que me enamore del cosmos.
El Ejemplo de Carl Sagan sobre la Cuarta Dimensión
En Cosmos, Sagan nos invita a imaginar un mundo bidimensional llamado Flatlandia (basado en el libro Flatland de Edwin A. Abbott). En este mundo, los habitantes solo pueden moverse en dos dimensiones: largo y ancho. No tienen concepto de la tercera dimensión (altura), y cualquier ser tridimensional sería completamente incomprensible para ellos.
Luego, Sagan nos pide que pensemos en cómo vería un ser tridimensional a Flatlandia. Si una esfera tridimensional entrara en Flatlandia, los habitantes bidimensionales solo podrían ver una sección de la esfera que toca su plano. A medida que la esfera pasa a través del plano, la "proyección" de la esfera cambiaría de un punto a un círculo creciente y luego decreciente hasta desaparecer. Para los seres bidimensionales, la esfera parecería algo mágico, imposible de comprender completamente, porque ven solo una proyección parcial de algo que existe en una dimensión que ellos no pueden concebir.
Este es un paralelo poderoso a la idea de una cuarta dimensión. Nosotros, como seres tridimensionales, solo podemos percibir lo que ocurre en tres dimensiones, pero si un ser o fenómeno de cuarta dimensión interactuara con nuestro mundo, veríamos solo una proyección parcial, sin poder comprender toda su naturaleza. Este es el punto crucial de la explicación de Sagan: aunque no podemos imaginar la cuarta dimensión en su totalidad, podemos comenzar a intuirla a través de proyecciones de cómo se manifestaría en nuestro mundo tridimensional.
Este concepto de la cuarta dimensión que Sagan presentó se alinea perfectamente con lo que hemos hablado sobre los planetas transpersonales en astrología. Vamos a profundizar en esta conexión:
Urano y la Cuarta Dimensión: Urano, al traer un cambio de conciencia inesperado, es como esa esfera tridimensional que pasa a través de Flatlandia. Nos da una proyección momentánea de algo que existe más allá de nuestra capacidad de percepción, algo que está en otra "dimensión" de realidad. El impacto uraniano es ese momento de iluminación o de despertar, cuando nuestra mente se abre brevemente a una posibilidad que antes no podíamos concebir. Vemos un fragmento de una nueva realidad, pero no podemos comprenderla completamente.
Neptuno y la Disolución de la Dimensionalidad: Neptuno, por otro lado, es como esa energía que nos disuelve en la totalidad. Neptuno nos recuerda que la separación entre las dimensiones es, en cierto sentido, ilusoria. Así como los habitantes de Flatlandia están limitados por su percepción bidimensional, Neptuno disuelve las fronteras entre las dimensiones que creemos conocer, conectándonos con algo más amplio y universal, aunque no podamos definirlo completamente. Nos ayuda a intuir que la realidad que percibimos es solo una pequeña parte de algo mucho más grande.
Plutón y la Transformación Dimensional: Plutón es el proceso de transformación profunda que nos lleva más allá de nuestra forma actual de ver la realidad. Así como Carl Sagan utiliza la idea de una esfera que pasa a través de un plano bidimensional para ilustrar la cuarta dimensión, Plutón representa la destrucción de nuestras viejas estructuras tridimensionales (la realidad que conocemos) para renacer en una nueva dimensión de comprensión. Es un proceso intenso, donde lo que antes era conocido ya no tiene sentido, y emerge una nueva conciencia desde el vacío.
La explicación de Carl Sagan sobre la cuarta dimensión es un ejemplo brillante de cómo podemos intentar visualizar lo que está más allá de nuestra percepción tridimensional. Y este concepto se refleja profundamente en la astrología, donde los planetas transpersonales como Urano, Neptuno y Plutón nos conectan con dimensiones de conciencia que trascienden lo que normalmente podemos concebir.
Así como los habitantes de Flatlandia solo pueden ver una parte de la esfera tridimensional, nosotros solo percibimos fragmentos de esas energías transpersonales. Nos dan destellos de algo más grande, más amplio, que no podemos comprender completamente. Estos tránsitos nos invitan a expandir nuestra conciencia, a intuir lo que está más allá de nuestro alcance inmediato, pero siempre con la sensación de que hay algo que permanece fuera de nuestra comprensión.